Historias de vida
Yimmy Axel Hera Carreño
Migrante venezolano, 22 años. Vive en Quito.
Yimmy Hera Carreño vivió muchos años con miedo en Venezuela. También su padre, su madre y su hermano. A Yimmy le habían apuntado con una pistola para quitarle sus pertenencias. A su padre le habían robado el auto y lo habían amenazado diciéndole que tenían mapeados todos sus movimientos. Aterrorizados por la delincuencia, decidieron dejar el país. “Siempre estuvimos viviendo con miedo en Barquisimeto. Yo, además, tenía miedo de mostrarme como era. En mi ciudad, por ser ‘afeminado’ recibía muchos insultos. Trataba de no mostrar ese lado mío por temor a ser rechazado y agredido. Como era adolescente, sentía que era necesario pertenecer a algo”.
La familia completa viajó en ómnibus hasta Quito, donde se instaló. Los Hera solicitaron una visa como refugiados pero no los aceptaron. Ahora han optado por pedir una visa UNASUR. Todos menos su padre, que se fue a Estados Unidos, lugar donde esperan reunirse en un futuro. Por el momento, Yimmy estudia Relaciones Internacionales a distancia en una universidad de Venezuela, es facilitador en la Fundación de las Américas (Fudela), organización que relaciona a la población migrante con la local bajo una serie de proyectos.
“El contacto que tuve aquí con personas de distintas nacionalidades me dio la confianza para poder abrirme y mostrarme tal cual soy. A los 15, cuando les dije a mi mamá y a mi papá, obviamente no hubo una aceptación al cien por ciento. Hoy con 22 años he cambiado mucho a nivel personal y soy capaz de muchas cosas. Me identifico como una persona queer. Si no hubiese salido de Venezuela, no hubiera logrado todo esto”.
Hace poco, Yimmy se fue a vivir solo. Dice que se considera una persona madura, que está tomando sus propias decisiones, que independizarse ha significado un crecimiento personal. “Ya no tengo miedo de que alguien me pegue porque me pinté las uñas o me puse una camiseta corta. Ahora me visto de una manera más extravagante para seguir descubriéndome. Quito es más abierto e inclusivo que Barquisimeto. Como activista de la Comunidad LGTBIQ+, lucho por una sociedad más equitativa. Porque es feo vivir y no poder mostrar tu amor a una persona, vivir siendo juzgado por besar a alguien”.