Historias de personas refugiadas y migrantes

María Luisa Peña

Migrante venezolana, 37 años
Enfermera en Buenos Aires, Argentina

Apenas llegué a la Argentina empecé a trabajar como cuidadora
con una persona que tenía retraso madurativo, trastornos psiquiátricos. No fue fácil, pero me fui adaptando, a él, a la familia; hay que saber enfrentarse a eso, más cuando uno viene de otra cultura. Mi paciente era un amor, le agarré mucho cariño. Fue una gran experiencia.

Me llamo María Luisa Peña, tengo 37 años. Soy enfermera licenciada.
Vine a la Argentina con mi esposo, mi hijo, mi hija y mi suegra. Una amiga me facilitó la oportunidad de poder conseguir trabajo rápido. Ejercer mi profesión me ha abierto las puertas.

Cuando escucho decir que los migrantes vienen a estudiar gratis, a atenderse en hospitales gratis, a trabajar y que sienten que le quitan el trabajo a otros, me da tristeza. Nadie quiere irse a otro país a sentirse mal, o a hacer sentir mal a otros. Los migrantes hacemos también que el país salga adelante.