Historias de personas refugiadas y migrantes

Elisabet del Carmen Colmenarez Briceño

Migrante venezolana, 46 años
Emprendedora en República Dominicana

Los migrantes transformamos lo imposible en lo posible, ya que somos guerreros. Venimos a un país sin conocerlo y con muchas ganas de echar para adelante, y que cada persona que nos vea se sienta orgulloso de lo que somos: migrantes venezolanos. Cada día sale mucha gente para lograr sus sueños. Ahora soy dueña de un centro estético llamado Sarahi Esthetic Supply en el centro de Baní, República Dominicana. Me da orgullo poder haber realizado mi sueño. Logro obtenido fuera de mi país, Venezuela. Gracias a Dominicana que me dio la oportunidad de ser cosmetóloga graduada.

Soy Elisabet Colmenares, tengo 46 años. En Venezuela era esteticista y auxiliar de enfermería. Nunca tuve la oportunidad de tener una estética propia. Dejé mi país el 2016 por la situación económica, ya que tengo dos hijas. Me siento muy satisfecha y comprometida a dar lo mejor de mí a República Dominicana, ya que me acogió cuando más trabajo estábamos necesitando los venezolanos. Mi aporte es darle empleo a las personas que lo necesiten y tengan conocimiento en el área. Con mi emprendimiento, doy trabajo a Keilyn Bernabé, Rafael Batista y Johhana. Todos son dominicanos. Soy una persona que me gusta ayudar como los dominicanos nos ayudaron a nosotros.

En el año, atiendo entre 100 a 150 personas, tanto locales como extranjeras, americanas que vienen y dominicanas residentes en Estados Unidos, y obviamente algunas inmigrantes. Los próximos cinco años me veo como dueña de varios centros estéticos y obteniendo mi casa propia.